Todos los días debemos reemplazar millones de células. Si nuestro organismo está enfermo o debilitado producirá células más débiles que las reemplazadas y lentamente iremos a una degeneración celular, por consiguiente del tejido, del órgano y del sistema. En cambio las células tratadas, nutridas y vigorizadas con TERAPIA CELULAR, serán más fuertes e iremos lentamente a una recuperación celular y por ende del tejido, del órgano y del sistema.
En la «Terapia Celular» actual se han dado pasos muy importantes que convierten esta terapia en un recurso invalorable en la prevención de enfermedades degenerativas ya que las descompensaciones relacionadas con el envejecimiento pueden ser retrasadas en forma significativa e incluso prevenirlas. Las células en estado de senectud pueden ser inducidas a adquirir las características de células más jóvenes.
La terapia celular es coadyuvante en el tratamiento de patologías que requieren revitalización, energía e inducción y modulación de nuestro sistema inmunológico.
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